Ahí estaba ella tan tranquila, afeitándose la totona o enjabonándose las tetas, cuando de repente alguien irrumpe en el baño y ¡zas! La pilla con las manos en la masa. Y lo peor (o lo mejor, según se mire) es que nunca puedes decir que a ti no te pasará. Un ejemplo lo tenemos en la siguiente galería de fotos caseras.
Está claro que algunas jovencitas pretendían que las pillarán in fraganti. Otras, sin embargo, fueron sorprendidas en su momento de intimidad. Pero, sea el caso que sea, todas dan un morbo especial. El morbo de verlas en público y en el baño.
Está claro que algunas jovencitas pretendían que las pillarán in fraganti. Otras, sin embargo, fueron sorprendidas en su momento de intimidad. Pero, sea el caso que sea, todas dan un morbo especial. El morbo de verlas en público y en el baño.
No hay comentarios:
Publicar un comentario