Pero la lencería sexy no solo se usa en lo relativo a los deberes de cama en pareja. Nada de eso. También hay historias, y muy buenas, de chicas que, ni cortas ni perezosas, usan lencería erótica en la primera cita. Eso es lo que se llama causar buena sensación. Sin ir más lejos, un buen amigo mío me confesó que una vez se fue a casa de una compañera de clase de la universidad, porque tenían que hacer un trabajo juntos. Ella era bastante más joven que él, pero a mi amigo le ponía bastante caliente. No es que fuera algo desorbitado, pero sí que le ponía un poco excitado.
Según mi colega, lo mejor de todo fue cuando, al llegar a casa, la chica le dejó un momentito solo en su habitación y, a los 10 minutos, volvió semi desnuda, con unos ligueros negros puestos y una especie de corsé rosa chillón. Mi colega se quedó boquiabierto. Había estado pensando en la posibilidad de que surgiera algo aquella tarde, pero nunca se imaginaba que fuera a ser tan fácil, tan directo, y sobre todo, tan rápido. La jovencita no dejó tiempo ni para un preliminar: fue subirlo en su casa y, en cuanto se descuidó, se le puso allí en lencería erotica. Yo es que quizá soy más de la vieja escuela, donde el juego previo posee un papel fundamental. Pero ya ves cómo llegan las nuevas generaciones…
El caso es que la chica se le abalanzó atropelladamente, y en menos que canta un gallo ya estaban en la cama teniendo sexo, con la justa pasión de la primera vez con una compañera de clase. Es decir, morbo puro. Además, mi colega me contó que la chica era de las que les gusta gritar grocerias y que se las griten durante el sexo. Pero eso, queridos amigos y amigas, es una historia que ya les contaremos en un relato.
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