
Mientras tanto la persona que va a hacer la penetración se pone encima del receptor y le inserta el pene por detrás en su órgano receptor, que puede ser la vagina o, en prácticas no coitales, el ano. El nombre de esta posición se refiere a la posición habitualmente asumida por los perros cuando copulan.
En la antigua Grecia, la superioridad masculina se trasladaba así mismo a la práctica sexual, tomando el hombre a la mujer por detrás, teniendo ésta que adoptar una posición sumisa. Su práctica era tan extendida que incluso ha llegado hasta nuestros días con el nombre de griego, haciendo referencia directa al sexo anal, aunque en el coito a tergo puede ser tanto anal como vaginal en el caso de las parejas heterosexuales.
La conocida "perrito", es apasionada y salvaje. Ambos en
cuatro patas, concentra una cantidad de ventajas que pocas posturas
tienen: la comodidad del hombre para tocar el clítoris o el ano de su
compañera, la variedad de movimientos que permite, la posibilidad de que
la mujer tome con una mano los testículos del hombre y la facilidad
para intercalar sexo anal y vaginal. Además, la posición permite al pene
"atraparse" entre los glúteos, lo cual suele ser muy excitante para el
hombre. En pocas palabras, el encuentro sexual que incluye esta
postura suele ser salvaje y hacer furor entre sus protagonistas. Dice
el Kama-Sutra:
"En el ardor de la cópula, una pareja de amantes
enceguece de pasión y prosigue con gran impetuosidad, sin prestar la
menor atención a los excesos".
Variante lesbica: Una de las mujeres se coloca el arnés con el consolador. Y la otra mujer arrodillada recibe la penetración vaginal o anal.
Los más interesante
Para la persona que penetra, la posición ofrece una visión sin obstrucción de la parte posterior del cuerpo de la persona receptora, así como controlar el ritmo de empujes al asir las caderas.
Esto, generalmente, permite a la persona que va a ser penetrada estimularse el clítoris (si se trata de una mujer quien recibe la penetración) o bien el pene (si se trata de un hombre el que es penetrado) y en ambos casos permite acariciar el pecho del receptor (hombre o mujer) por parte del que penetra.
Para ciertas mujeres esta posición proporciona la mejor estimulación del punto G. La persona receptora también puede estimular a su pareja mediante el masaje de los testículos y el pene del penetrador.
Esto, generalmente, permite a la persona que va a ser penetrada estimularse el clítoris (si se trata de una mujer quien recibe la penetración) o bien el pene (si se trata de un hombre el que es penetrado) y en ambos casos permite acariciar el pecho del receptor (hombre o mujer) por parte del que penetra.
Para ciertas mujeres esta posición proporciona la mejor estimulación del punto G. La persona receptora también puede estimular a su pareja mediante el masaje de los testículos y el pene del penetrador.
Los menos interesante
Una desventaja para algunos practicantes de esta posición es la dificultad de mantener el contacto visual entre la persona penetradora y la persona receptora.
Muy buenoooo!!!!!!!!!!!!!!!!!!
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